martes, 5 de septiembre de 2017

Eduardo

Era uno de esos momento que me hacen falta: el inicio de una noche y la compañía de personas que significaban. Ahí estabas tú entre ellos. No éramos muchos y tú eras especial en ese momento. Hicimos un círculo, qué típico de nosotros. Nos abrazamos. En ese momento me di cuenta de que nada de eso podía ser real. Tú estabas muerto. ?A quién estaba abrazando? Tú estabas muerto y yo ya no estaba allá. Sentí la lluvia típica de mi nueva latitud. Vi como los últimos rayos de luz se desvanecían en el cielo recordándome que ahora vivía bajo cuatro estaciones. Yo no estaba allá, tú no estabas aquí y sin embargo ambos estuvimos en ese último momento.