martes, 22 de noviembre de 2016

Recuerdo

Cuando tenía 15 años, estaba totalmente enamorada de Abraham. Él iba a buscar a su hermana a mi colegio y la esperaba. Él siempre llegaba temprano y eso me daba tiempo para asomarme en la ventana de mi salón de clases y verlo. Era una tonta. A veces, lo saludaba, a veces, solo lo miraba.
No recuerdo haber hecho eso de nuevo en mi vida. No recuerdo haber sentido algo tan puro y desinteresado como lo que sentí por él. Tenía 15 años. Nadie siente como un adolescente. Sin embargo, 11 años después, me vuelvo a asomar a la ventana. Esta oscuridad prematura del invierno, no permite que te vea. Pero sé que ahí estás y sé que tengo miedo, miedo a no amar la trama y solo esperar el desenlace.