Primer piso

¿Recuerdos? Miles, más que en planta baja. Amores de locura, odios de pasión. Un segundo más intenso que el otro y una vida por delante. ¿Qué queda atrás? Nada, el alma se viene conmigo. Cada momento coleccionado en un pequeña cajita que me seguirá acompañando. Rostros, figuras, sombras, colores, espacios. Ya no existe nada más que el segundo en el que estoy, pero quedan los memorias del algo que no existe.

19 hasta el último minuto, porque merezco disfrutar los tres segundos que me quedan. ¿Qué cambia? Nada, todo. Da lo mismo. Pero desayuné, almorcé, cené y merendé tiempo.

Fotrografìas

En la playa, en la montaña; aquella en la que estamos acompañados, en la que estamos solos; en la que sonrío, en la que soy seria: ¿Será que nos escondemos tras la imagen de un pasado?, ¿será que extrañamos el segundo antes de que la foto nos quitara el alma?

De arriba a abajo.

Brazo, codo, antebrazo, muñeca, mano, dedos, me derrito.

Cartas

A mí me gustaban las cartas. Me carteaba con mi mejor amiga cuando tenía 13 años. Ese era un mundo mágico, había vida ahí. Nadie me carteó después de ella. Ahora si me escriben algo me quedo esperando el alma. Vero, te extraño.

Desarrollo

Si alguien me preguntara qué me está ocurriendo en este momento sólo me pondría a temblar. Quisiera decir la verdad pero sé que me traería muchos problemas. Entraría en colapso y me trataría de hacer la tonta, la que no entiende.

Desnuda

-Desnúdate

-¿Y cómo pretendes que me desnude?

-Tú eres quien se quiere quitar todo.

-Pero no tan rápido

-¿Segura?

-Quizá sí. Quizá quiero decirlo todo para no seguir pensando.

Despedida

Llegó el silencio. Todo se acabó. En el baúl quedaron los recuerdos de una semana, una bonita semana. Las palabras se callaron tal como hablaron. Ya no hay sur; ya no hay líneas y curvas; ya no hay paseos a la luz con miradas; se fue el futuro incierto y las verdades.

La mujer de piedra

Ebastian tenía un defecto, creía en la perfección. Había pasado años desde que comenzó a esculpir su primera obra: la mujer de piedra más hermosa. Según las historias, si un escultor lograba la perfección, su obra se haría realidad. Y un hombre que por su condición era sumamente solitario deseaba construir a la mujer de sus sueños para poder amarla. Ebastian, después de dar su vida en aquella obra, dio el último martillazo y la logró: la mujer más hermosa del mundo había sido hecha. Destellos de luz empezaron a rodear la obra y pronto la mujer cobró vida. Pasaron los días y Ebastian cada momento trataba de conquistar a la perfección, pero ella, distante, no le prestaba atención. Y es que la perfección no vale de nada si sigue habiendo un corazón de piedra.

Las palabras

-¿Cómo quieres más que el cielo?

-¿Y cómo sé que estoy en el cielo?

-Lo tienes todo.

-Incluso la duda que qué hay más allá.

-Vas a sufrir.

-Ya me mata la duda.

Mentiras

-Hola, hada de la verdad.

-Hola, pequeña.

-Mi mamá me está regañando mucho.

-¿Cómo podrían regañar a una niña tan linda?

-Es porque soy muy sincera. ¿Te podrías ir para que no me sigan regañando?

-Luego no volveré.

-Es tiempo de que sea grande.

Futuro, cosa incierta

¿Acaso recuerdo a quien vi? Mil caras han pasado y a ninguna la recuerdo. Maldita selección de mis ojos, de mi mente, que me recuerdan algunas caras que debería olvidar. Se fue el norte cuando perdí el planeta en el que me encontraba. Ahora que viajé en el tiempo, en el espacio, encontré nuevos planetas, nuevas historias, nuevas memorias y nuevas caras. ¿No es mejor si me regreso? ¿No es mejor si las guardo en el mismo baúl en el que dejé los otros rostros? ¿Por qué insisto en quedarme un momento?

Yeux

-Tengo miedo.

-No lo tengas. Yo te esconderé en mi mirada.

A la luz

Es como si te quemaras. Escribir en este momento es arriesgarlo todo. ¿Sientes el calor? Yo sí. Y me da miedo. ¿Será?, ¿no será? Mientras más pienso, menos escapo.

Paseo

Tan cerca y sin embargo tan lejos. Es naturalmente antinatural. Que aburrida la norma social.

Línea, curva

-Lo siento, desorganicé tu orden perfecto.

El chico la ve a los ojos. Es una luz, es una luz de verdad.

-No, le diste orden a mi vida.

Norte o sur

Debía decidir, y rápido. ¿Norte o sur?, ¿norte o sur?, ¿norte o sur? NORTE, simpre hay que ir al norte.

Llegué y me di cuenta de que mi norte estaba en el sur.

Finitud

¿Escribir? Eso me gustaba. Podía vomitar el alma.

Luego llegó la cátedra y no pude seguir volando.