Me molesta. Realmente me molesta. Me molesta seguir pensando en esto una y otra vez. Que cada mínima cosa me recuerde a mis tontos pensamientos que construyeron pirámides. Y aún así, nada me molesta más que no dedicarme a la realidad. Me pregunto si en mil años vea a un oasis y decida lanzarme a él habiendo recorrido ya otros tantos alños el desierto. Eso sí estaría mal. Al menos debería recorrer una selva o el mar, pero jamás el desierto.
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